En las próximas elecciones presidenciales, los votantes de Estados Unidos van a definir qué tipo de medio ambiente quieren no solo para su país, sino para el mundo en general. Los dos partidos contendientes -el Demócrata y el Republicano- tienen visiones radicalmente opuestas sobre el tema. El punto central de sus agendas es la relación entre el cambio climático y la economía, algo que implica emisiones de gases de efecto invernadero, energías limpias, producción de gas y petróleo. También, como aparece en la imagen, implica el ascenso en el nivel de los mares.
El Partido Demócrata ha presentado un plan que gastaría dos billones de dólares a lo largo de cuatro años para poner a Estados Unidos en un “camino irreversible» (así lo mencionó el candidato Joe Biden) hacia el fin de las emisiones de gases que calientan el planeta antes de 2050. Eso significa que el dióxido de carbono y otros contaminantes se eliminarían por completo o se compensarían mediante tecnologías alternativas.
Para hacer eso, Biden pidió estándares de energía limpia que lograrían un sector de energía libre de carbono para 2035; la mejora de la eficiencia energética de cuatro millones de edificios en cuatro años, y la construcción de 500.000 estaciones de carga de vehículos eléctricos. También prometió llevar a Estados Unidos nuevamente al Acuerdo de París, restableciendo las regulaciones climáticas que Trump ha derogado y aumentando las restricciones a las emisiones de los tubos de escape de los vehículos.
Por su parte, Trump ha quitado las medidas que la presidencia de Barack Obama tomó para combatir el cambio climático, desde restringir las emisiones de las centrales eléctricas y los vehículos hasta disminuir las emisiones de metano en los sectores del petróleo y gas. Además echó por la borda una orden ejecutiva que instaba a las agencias federales a tomar en cuenta el cambio climático y el aumento del nivel del mar al reconstruir la infraestructura.
Trump dijo que el largo proceso actual “le ha costado a nuestro país billones de dólares y retrasos de no creerse a lo largo de los años”.
Son dos visiones distintas. Enfiladas a dos planetas distintos.