El año pasado fue un año espléndido para los multimillonarios del mundo. Sin ningún esfuerzo, incrementaron sus fortunas en promedio 2 mil 500 millones de dólares cada día. Por obra, generalmente, de la simple especulación financiera. Mientras tanto, la mitad más pobre de la humanidad vio reducir sus ingresos en un 11%. Esos datos, proporcionados por el último informe de la asociación internacional Oxfam, indica que la inercia del sistema capitalista supera en mucho a los intentos de redistribución de la riqueza que se aplican en diferentes partes del mundo.
El club que vive en la cima de la riqueza se ha vuelto un grupo cada vez más reducido. Los 26 hombres más ricos del planeta son dueños de una fortuna valuada en 1.4 billlones de dólares, una suma que supera los ingresos de los 3 mil 800 millones de habitantes con menores ingresos. Se dice rápido, pero es una realidad terrible: 26 hombres ganan más que la mitad de la humanidad. Y el filtro de la riqueza se va cerrando cada vez más. En 2017, eran 43 hombres los que ahora son 26. Los nuevos reyes del mundo son cada vez menos.
Si bien la especulación financiera juega un papel crucial en esta rueda de la fortuna, existen otros factores importantes. En el mundo anglosajón, liderado por Donald Trump en la Casa Blanca y los partidarios del Brexit en el Reino Unido, la política del Estado ha sido la de reducir los presupuestos de los servicios sociales -como educación, salud y vivienda- y reducir también los impuestos a las grandes empresas y los multimillonarios. El reporte de Oxfam, que se presentará en la próxima Cumbre Económica de Davos, sostiene que mitigar la pobreza y el hambre no requiere un enorme esfuerzo. Básicamente es voluntad. Con el 1% de incremento a los impuestos que pagan las grandes empresas y los más ricos se podrían educar a 262 niños que no tienen escuela y se podrían salvar 3.3 millones de vidas que se debaten entre el hambre y la falta de servicios médicos.
Las cifras no pueden dejar indiferente a nadie. Según el reporte, el 1% más rico de la humanidad tuvo una riqueza equivalente al 82% del Producto Bruto Mundial.
Otro dato escandaloso: con apenas el 1% de la riqueza del hombre más rico del mundo -Jeff Bezos, propietario de Amazon aún antes de su divorcio-, se puede solventar el presupuesto de salud de Etiopía, una nación que tiene arriba de 105 millones de habitantes.
La conclusión de todo esto es bastante simple: falta sensibilidad en el mundo.