El anuncio empezó por filtrarse en las páginas de sociales de los principales diarios de Estados Unidos, pero rápidamente alcanzó las secciones de economía y finanzas. Fue, en efecto, una bomba noticiosa económica y social. Jeff y MacKenzie Bezos, la pareja más rica del mundo, llegaba finalmente al divorcio. ¿A dónde irán a parar los 150 mil millones de dólares que le otorga la revista Forbes a Jeff Bezos, catalogándolo como el hombre más rico del mundo?
La relación entre los Bezos es como un cuento de hadas inscrito en los anales de la burocracia tecnológica. Hace casi treinta años, cuando se conocieron, ella era una contadora con aspiraciones literarias, y él un ingeniero en informática. Se encontraron, como en la memorable novela La Tregua de Mario Benedeti, en los aburridos pasillos de una oficina. A ella, según cuenta, le enamoró la risa estridente del compañero de cubículo. A él… prefiere no decirlo.
Su noviazgo pasó inadvertido hasta que se casaron. Eso sucedió en el verano de 1993. Nada del otro mundo. Pero al año siguiente ambos unieron sus esfuerzos y fundaron Amazon, que rápidamente pasó de ser una pequeña librería digital a un consorcio de ventas por Internet, hasta llegar al monstruo que se ha convertido hoy en día. Y a partir de ese momento, los papeles de la pareja se fijaron en los medios con toda claridad: ella sería la mujer dedicada al hogar y a los hijos, con una vocación literaria no muy escondida, y él sería el empresario estridente, con deseos de colonizar el espacio y desafiar con sus mensajes a Donald Trump.
Y así, al final de una relación lineal, desprovista de escándalos, Jeff publicó en su twitter una separación llena de asepsia: «Después de un período de exploración amorosa y de una separación de prueba, hemos decidido divorciarnos y continuar nuestras vidas como amigos.» No dice dónde terminarán los 4 hijos que tuvieron. Tampoco, a dónde irán a parar los 150 mil millones de dólares que juntos levantaron con Amazon. Pero según las leyes del estado de Washington, donde viven, el reparto deberá ser a la mitad. Con ello, MacKenzie se convierte en la mujer más afortunada por los trámites de un divorcio en la historia de los matrimonios y separaciones. Y a Jeff tampoco le va mal: con sus 75 mil millones de dólares, seguirá en la lista de los más ricos de Forbes.
Tal vez la más afectada, al lado de los hijos, sea la firma Amazon, que creció siempre apoyada en las dos piernas del matrimonio.