Estados Unidos no es una nación en guerra, pero parece serlo por el número de homicidios que se llevan a cabo de una manera mortífera y puntual cada semana. Este verano, solamente, desde el 31 de mayo hasta el 3 de septiembre, hubo 26 ataques diferentes en 18 estados, en ocasiones el mismo día. La víctimas fueron ancianos comprando comida en un Walmart, familias viendo la televisión en sus casas, peatones frente a los aparadores en una avenida, amigos tomando cerveza en un bar. Los atacantes representan una gama muy variada de sujetos: un oficinista del municipio de Virginia Beach que había mostrado ciertos rasgos agresivos en sus correos electrónicos; un padre de familia resentido con los hermanos de su mujer; un ranchero de temperamento misógino que coleccionaba rifles de asalto, un joven espoleado por las declaraciones de Donald Trump contra los mexicanos.

El único común denominador de todos los asaltos parece ser el azar. Algunas autoridades piensan que la policía debería fortalecerse para detener las masacres. Las reacciones de la policía han sido tardías siempre, porque los ataques pueden ocurrir en cualquier sitio y a cualquier hora. Cuando un verdugo saca su rifle de asalto para ultimar a una población indefensa, no hay medida preventiva que pueda detenerlo.

La solución del problema está a la vista de todos, pero nadie quiere poner manos a la obra. No se trata de poner medidas paliativas, como fortalecer las investigaciones sobre los compradores de armas en todos los establecimientos que las venden; o prohibir la venta de armas de asalto y sus municiones para limitar el alcance de las masacres; no. La solución es, aunque nadie la acepte, eliminar de manera definitiva la existencia de armas en manos de civiles; es decir, prohibir la posesión de armas de armas y promover la venta de las armas en poder de la población al Estado.

¿Hay alguien que esté pensando en eso y lo proponga como política para recuperar la seguridad pública?

Si: Elizabeth Warren, aspirante a la candidatura presidencial por el Partido Demócrata.