En un libro que acaba de aparecer, titulado «Los humanos están subestimados», Geoff Colvin se pregunta en cuáles tareas los robots no podrán nunca sustituir a los humanos. La pregunta parecería fuera de lugar si se hubiera hecho hace años, pero el desarrollo de la tecnología es tan vertiginoso que el autor juzgó apremiante el hecho de salir en defensa de los trabajos que sólo pueden desempeñar los humanos.
El libro da cuenta de muchos trabajos que ahora son desarrollados por robots, y de las habilidades que han adquirido las computadoras para ingresar al mercado laboral con ventajas sobre los humanos. Desde que una computadora derrotó al campeón mundial de ajedrez, Gary Kasparov, las máquinas han ido extendiendo sus destrezas para competir con la gente y adueñarse de muchos oficios.
Hoy en día, los robots son capaces de manejar automóviles, preparar alimentos en las cadenas de restaurantes, hacer traducciones a cualquier idioma, llevar a cabo cirugías meticulosas y desempeñar tareas de oficina. Parece mentira, pero hay un temor cada vez más generalizado de que las máquinas puedan desplazar a los humanos en todas las tareas.
El libro de Geoff Colvin nos recuerda que los robots pueden simular determinadas emociones, pero son incapaces de generar empatías. Por eso son incapaces de llevar a cabo las labores de un juez, por ejemplo, o de un maestro. Y hablando de empatía, el nuevo libro de Colvin señala que las mujeres tienen más habilidades que los hombres para lograrla. Por eso es más probable que los robots lleguen a desplazar a los hombres, pero no a las mujeres.