A lo largo de su historia, twitter ha sido un instrumento fundamental para ejercer y ampliar la libertad de expresión. En la actualidad, es un instrumento tiene 340 millones de usuarios, y su capacidad de difusión abarca muchos millones más en los cinco continentes.
Por eso twitter ha estado en la mira del público para verificar que la libertad de expresión se ejerza sin cortapisas, pero también sin caer en insultos o la difusión de mensajes de la delincuencia organizada.
En agosto de 2019, poco después de que un joven armado matara a más de 20 personas en un Walmart en El Paso, Texas, la empresa Twitter convocó una reunión de personal para discutir cómo este joven, escribiendo en un manifiesto en línea, se había hecho eco de muchos de los puntos de vista que Trump publicó en Twitter. El resultado, a largo plazo, fue el cierre definitivo del twitter de Donald Trump.
El discurso de Trump se ha caracterizado por ser incendiario. Fue el combustible principal para azuzar a la turba que asaltó al Capitolio el pasado 6 de enero, y es un acicate presente para impedir la toma de posesión de Joe Biden el próximo 20 de enero.
Por eso la protección que se ha realizado actualmente es masiva -comprende también a los edificios públicos de los estados- e ilustra la polarización que existe hoy en día en Estados Unidos.
El día de mañana puede ser también un día funesto para el país.