El discurso del odio de Donald Trump cobra ya víctimas. En Portland, Oregon, un hombre que protestaba contra el triunfo del candidato republicano recibió un disparo al cruzar el puente de Morrison, y fue llevado a un hospital de inmediato. El agresor no fue capturado.

Miles de opositores a Trump se han manifestado en Los Angeles, Atlanta, Miami y Nueva York, y diversos grupos minoritarios han marchado en Detroit, Minneapolis, Kansas City, Misssouri, Iowa City, Olimpia y Washington. En Portland, la policía dispersó a los manifestantes con gas lacrimógeno, y se esperan nuevos enfrentamientos los próximos días.

Trump declaró que las marchas están compuestas por «profesionales de la protesta, incitados por los medios de comunicación.» Después -bajo el consejo de sus asesores-, sostuvo que «me gusta el hecho de que los pequeños grupos de protestantes tengan pasión por nuestro gran país. Trabajaremos juntos y estaremos orgullosos.»

Lo cierto es que el discurso del odio arroja ya sus primeros frutos.