Es toda una carrera. Las ventas de los autos eléctricos aumentaron en Estados Unidos, Europa y China el año pasado, mientras que las de los vehículos que funcionan con gasolina se estancaron. La demanda de vehículos eléctricos es tan fuerte, que ahora los fabricantes exigen a los clientes que hagan un depósito con algunos meses de anticipación para comprar su coche. Y algunos modelos, parece mentira, ya están agotados para los próximos dos años.
La industria de los vehículos eléctricos está creciendo de forma acelerada. Se espera que para 2025 circulen en el mundo más de 68 millones de autos de este tipo (entre híbridos, semihíbridos y totalmente eléctricos).
La penetración de este transporte en el mercado radica, en gran parte, en las múltiples ventajas que estos ofrecen. Sus beneficios son evidentes. Por una parte, protegen al medio ambiente, ya que los autos eléctricos no emiten gases nocivos ni partículas contaminantes que incrementan el calentamiento global y dañan a la salud de seres vivos. Según el Acuerdo de París, por lo menos el 40% de los vehículos que se vendan en la próxima década deben de ser modelos eléctricos.
Los autos eléctricos, además, no son ruidosos, son más económicos si contemplamos el costo por kilómetro recorrido, son muy seguros, tienen una mayor estabilidad y, al tener menos piezas, necesitan poco mantenimiento.
A corto plazo, los vehículos eléctricos le van ganando la carrera a los vehículos de gasolina.
A largo plazo, como es evidente, la victoria de los carros eléctricos está asegurada.