Cuando en la prensa aparecen los ayatolas que gobiernan Irán, se tiene la impresión de que ese país es una nación de ancianos. Porque en efecto, el ayatola Ali Khamenei es un religioso de 75 años, cuya salud es una de las preocupaciones del grupo gobernante, integrado por círculos cerrados de vetustos ancianos. El jefe de la Asamblea Consultiva Islámica acaba de morir a la edad de 83 años, y su reemplazo -el ayatola Mohamad Yazdi- acaba de asumir el cargo a la misma edad de 83 años.
Sin embarrgo, Irán es una nación de jóvenes, donde el 70% de la población tiene menos de 35 años, y el promedio de edad de la población es apenas 28 años.
Pero no se piense que la edad de los iraníes implica un cambio de mentalidad social, política o religiosa. Aunque la mayoría de ellos no vivió ni recuerda la revolución del Ayatola Jomeini contra el Sha de Irán y los Estados Unidos. el 70% sigue pensando que el imperialismo del Tío Sam es un enemigo a vencer para lograr la autonomía y la feliciad de las nacionaes del mundo. En ese sentido, nada ha cambiado en la antigua Persia.