La proximidad del huracán Harvey sobre el poblado de Corpus Christi en Texas obliga a tomar medidas radicales. Con una velocidad de 130 millas por hora, el remolino amenaza con un poder de destrucción no visto en las últimas décadas. La fuerza del viento y las inundaciones pueden ser catastróficas en las próximas horas.
Las autoridades han ordenado la evacuación de siete condados de Texas. El que no escucha el llamado, pone en riesgo su vida.
El huracán Katrina en 2005, con una fiereza semejante, se llevó más de 1,800 vidas en Nueva Orleáns a su paso. Esperemos que eso no suceda en Texas. Más vale evacuar que quedarse a proteger sus casas.