Los trabajadores asalariados son, entre otros sectores, los que más han sufrido una reducción de sus ingresos con la actual pandemia. Por eso han multiplicado sus reclamos, y en Estados Unidos tanto el gobierno federal como los gobiernos de los estados y los condados tienen que enfrentar una ola de protestas que piden apoyos y subsidios mientras se encuentran en paro.
El tema no es nuevo, y toca uno de los espacios neurálgicos de la lucha electoral entre Demócratas y Republicanos. El pasado mes de marzo el Congreso aprobó un paquete de auxilio para las familias de $1,200 dólares por familia, que fue entregado de manera inmediata por el Departamento del Tesoro.
Convertidos a pesos, el paquete representa más de 27 mil pesos por cabeza de familia. Pero ese apoyo no basta, porque la cuarentena de la pandemia se ha prolongado más allá de lo previsto, y sobre todo porque muchos empleos se han esfumado con el simple cierre de puertas. Por eso ahora varios estados han propuesto un apoyo semanal de 600 dólares por familia, lo cual representa un monto de 2,400 dólares cada mes. En pesos mexicanos, esta suma representa más de 55 mil pesos mensuales. Un salario de Director de Área en el esquema de la función pública mexicana. Nada mal.
Pero el apoyo se está discutiendo, y hay varios estados que escuchan las voces de los trabajadores que tocan con fuerza sus puertas. Entre ellos están Florida, Wyoming, Missouri y Kentucky, donde uno de cada tres trabajadores está desempleado.
Hasta ahora, nadie sabe como será la nueva realidad cuando se ingrese a ella.