You are here
Home > Política > ¡Goool!

¡Goool!

Cuauhtémoc Blanco sigue metiendo goles. Ahora como presidente municipal de Cuernavaca, para eludir el fuera de lugar, hizo una huelga de hambre. El Congreso del estado, impulsado por el dedo del gobernador Graco Ramírez, abrió un juicio político contra el futbolista por infracción a unos documentos sobre su residencia en Morelos, y Cuauhtémoc inició el viernes pasado una huelga de hambre frente a la catedral de Cuernavaca. Hoy, después de 36 sin probar bocado, la Suprema Corte de Justicia resolvió la suspensión del juicio político en su contra, y Cuauhtémoc terminó su huelga.

El episodio parece trivial, pero revela lo que es la parálisis de una entidad federativa por los conflictos entre sus gobernantes. Cuauhtémoc Blanco llegó a la alcaldía de Cuernavaca no por su trayectoria política y sus habilidades como gobernante, sino por su carisma como futbolista y por el hartazgo de la gente, que ya no quiere ver a los políticos tradicionales fingiendo llevar a cabo gobiernos eficaces y saqueando los presupuestos.

De manera que Cuauhtémoc no es ningún líder en la arena política, su vocabulario no es muy elocuente, pero como candidato representó una esperanza de cambio para los electores y, tal vez, para algunos representantes de organizaciones igualmente fastidiadas con la verborrea de los partidos y los gobernantes. Tal vez por eso se ve a Javier Sicilia al lado de Cuauhtémoc en algunas fotografías.

Lo lamentable de todo esto es que, en lugar de gobernar en serio, los miembros de la llamada clase política emplean su tiempo y sus recursos en tirarse golpes unos a otros. ¿Cuáles han sido los logros del gobernador Graco Ramírez a lo largo de su mandato? ¿Y los del propio Cuauhtémoc Blanco? No existen. Tanto el estado como el municipio siguen hundidos en la desigualdad social, la pobreza y el desencanto que generan, mientras las bandas de narcotraficantes siguen tomando posiciones al sur de la Ciudad de México.

 

Top