Así se llama el actual gobernador de Texas. Greg Abbott se ha destacado por llevar a cabo una política en contra de los migrantes mexicanos, que consiste en subirlos en autobuses y mandarlos muy lejos de la frontera, a la ciudad de Chicago, para llamar la atención y buscar los votos de los miembros más conservadores del Partido Republicano para buscar su reelección.
Ayer, Abbott emitió una orden ejecutiva designando a los cárteles mexicanos del narcotráfico como organizaciones terroristas ante lo que dijo es una creciente crisis de fentanilo a nivel nacional.
Abbott informó en conferencia de prensa que envió una carta al Presidente Joe Biden y a la Vicepresidenta Kamala Harris pidiéndoles que se designe de la misma manera pero a nivel federal al Cártel de Sinaloa, al Cártel Jalisco Nueva Generación y a otros cárteles que producen y distribuyen fentanilo.
«El fentanilo es un asesino clandestino, y los texanos están siendo víctimas de los cárteles mexicanos que lo producen», dijo el Gobernador.
«Los cárteles son terroristas, y es hora de que los tratemos de esa manera. De hecho, más estadounidenses murieron por envenenamiento de fentanilo el año pasado que todos los ataques terroristas en todo el mundo en los últimos 100 años. Para salvar a nuestro país, particularmente a nuestra siguiente generación, debemos hacer más para sacar el fentanilo de nuestras calles», aseguró.
Lo que no dijo, por supuesto, es que las armas de los cárteles mexicanos provienen de Estados Unidos, una nación que concibe el derecho a portar armas como uno de los derechos fundamentales de los ciudadanos.
Con sus declaraciones, sin decirlo abiertamente, pone a México como una nación de terroristas.
Hay que decirlo claramente: Greg Abbott es un enemigo de México.
En la fotografía: Greg Abbott en su silla de ruedas. Así quedó después de que un árbol le cayera encima en 1984.