Estados Unidos es un territorio enorme que está cambiando rápidamente en los últimos años, pero hay espacios en los que los cambios implican retrocesos preocupantes. Uno de esos espacios, para sorpresa de miles de turistas, es el paseo de la playa de Venice, en California, que se ha convertido en un enorme campamento de indigentes que viven entre la mugre de sus tiendas de campaña, consumen droga día y noche y representan una amenaza para todos los paseantes.

El pasado 28 de abril, un hombre que sobrevivió a un tiroteo en las afueras de un bar de la zona dijo que lo que «antes era un lugar de paseo para familias se ha convertido en una zona de guerra.» El mismo día, una explosión provocó un incendio que consumió varias tiendas de campaña.

En los últimos años, la violencia se ha regado como pólvora por la playa de Venice. Los robos a mano armada se han incrementado en un 177%, y los asaltos que involucran a indigentes han subido un 162%.

Los homeless, que desde hace muchos años son conocidos como los indigentes sin vivienda, han convertido al paseo de Venice Beach en su nuevo hogar.