Por primera vez en la historia de México, el Plan DN3 del ejército y la marina está siendo aplicado para combatir una pandemia. A la Secretaría de la Defensa se le entregaron 5 mil millones de pesos para reconvertir sus hospitales. También se inició un proceso de reclutación de especialistas que salieron de las filas de los médicos generales. Decenas de hospitales se convirtieron en hospitales para atender el Covid 19. Con la emergencia sanitaria, la Secretaría de la Defensa Nacional proyectó desde marzo que sus hospitales serían utilizados para atender a pacientes contagiados. Algunos aumentaron su capacidad de camas generales y de terapia intensiva.
Además, el ejército también empezó a convertir sus unidades operativas -de tropa armada- en hospitales de guerra. Éstos son montados en cualquier cuartel castrense para asistir a heridos en tiempos bélicos. La función de este tipo de hospitales no es atender a pacientes críticos que necesitan de terapia intermedia o intensiva. Su misión es evitar que sean entubados mediante la dotación inmediata de oxígeno y medicamentos.
En abril, en el pico de la pandemia, el Alto Mando decidió solicitar el espacio médico del Grupo de Morteros para convertirlo en la Unidad Operativa de Hospitalización Covid-19, la primera en el País.
Los armeros que resguardaron los morteros y los fusiles de los soldados del Grupo de Morteros fueron canalizados a otros cuarteles y, en su lugar, fueron colocados vestidores, una farmacia, cuartos de aseo para Covid y accesos con bioseguridad hospitalaria.
Hasta la fecha, se han reconvertido 915 hospitales. En ellos, más adelante, se contará con los ventiladores que han sido construidos en México.