¿Ha llegado la hora de salida para Donald Trump? La señales políticas más recientes dicen que sí. Los demócratas más moderados en sus críticas hacia el inquilino de la Casa Blanca ahora se inclinan por impulsar su salida desde sus trincheras. Por eso señalaron la puerta salida en los salones de reunión en Orange County, un distrito que fue bastión de los republicanos en la olvidada gestión de Ronald Reagan. Por eso Nancy Pelossi, la lideresa de los demócratas que se había destacado por buscar posiciones de equilibrio y respaldo entre los dos partidos, fue la encargada de solicitar la investigación para la destitución de Trump en el Capitolio.
El pasado fin de semana, después de que se dieron a conocer las transcripciones de las llamadas de la Casa Blanca con el presidente de Ukrania, la encuesta más reciente de la CBS reveló que el 55% de los ciudadanos está de acuerdo en que se lleve a cabo una investigación para la destitución de Donald Trump. Y como era de esperarse, ya se inició la desbandada de los asesores más cercanos al presidente. Uno de ellos, Thomas Bossert, le dijo al diario The New York Times que le advirtió a Trump desde 2016 sobre los riesgos de implicar a una nación extranjera para manchar al Partido Demócrata. Pero no le hizo caso. Otro mas importante -Rudolf Giuliani, quien fuera el héroe de los rescates de las Torres Gemelas en 2001- salió a decir sin ningún asomo de vergüenza que él solo declararía en el Capitolio si su jefe le otorga el permiso.
Llama la atención el motivo de la posible destitución del Jefe de Estado. A la clase política de Estados Unidos le preocupa que el presidente no se salga de los cánones que marca la ley en ciertos campos. Por eso acorralaron a Richard Nixon hasta que provocaron su salida. Por eso procedió -sin sacarlo finalmente de la Casa Blanca- la destitución contra Bill Clinton por haber mentido en el caso bochornoso de Paula Jones y Mónica Lewinsky. Y por eso ahora, a partir de una plática más en la que Donald Trump pide apoyo para ensuciar la imagen de sus opositores, se va a iniciar el proceso de su destitución.
No importan la difusión cotidiana de sus ideas racistas, misóginas y xenófobas, ni la separación de los niños de las familias de los migrantes, ni su apoyo a los vendedores de rifles de asalto y los llamados para armar a países, maestros, jóvenes y padres de familia. No. Donald Trump puede seguir haciendo eso y quedarse en la Casa Blanca.