En su última declaración ante los tribunales de España, el cuñado del Rey actual dijo que el Rey Juan Carlos no tuvo nada que ver con el manejo de sus empresas, y tampoco su esposa, la Infanta Cristina. El acusado, Iñaki Urdangarin, se somete a su tercera ronda de declaraciones frente al tribunal de Palma de Mallorca, tratando de limpiar la imagen de la Corona. Se le acusa de malversación de fondos, fraude, prevaricación, falsedad y lavado de dinero. Las actividades delictivas eran realizadas a partir de una fundación sin ánimo de lucro, llamada Nóos.
Urdangarín se enfrenta a penas de entre 19 y 26 años, y la Infanta está acusada de cooperar en dos delitos fiscales, lo cual implica hasta cuatro años de prisión y una multa de 2.6 millones de euros.