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La corrupción es un sistema

Después de ser la primera presidenta del Sistema Nacional Anticorrupción (SNA), Jacqueline Peschard declaró que se ha avanzado mucho en el hecho de colocar el tema de la corrupción en la agenda pública, pero al mismo tiempo falta mucho camino para terminar con ella, ya que está profundamente arraigada tanta en las instituciones públicas y privadas, así como en el conjunto de  la sociedad mexicana.

Por una parte, el Sistema se encuentra cojo -dijo Peschard-, porque no tiene todas las piezas. Ni la mitad de los estados ha concluido su proceso de formación de los sistemas locales; no hay Fiscal Anticorrupción; ni siquiera hay Procurador General de la República. Pero en la sociedad el conocimiento de la corrupción y la urgencia de combatirla es algo que llegó para quedarse. Hay muchos términos que se conocen y que se han convertido en parte de la agenda pública; todo mundo sabe qué es una empresa fantasma y cuál es el modo de operación por el que los recursos públicos se van de manera ilegal a los bolsillos de los funcionarios y a las campañas políticas. Y nosotros, desde el Comité de Participación Ciudadana del Sistema, no queremos sólo que se atrape a los cabecillas de las redes de corrupción, sino ir a las causas, saber qué deficiencias hay en las estructuras gubernamentales que permiten que suceda esto sin que nadie se dé cuenta.

Lo que ha dicho el Banco Mundial es que a escala global la corrupción implica más o menos como 2 por ciento del PIB -afirma quien aún es presidenta del CPC- y en México es de 10 por ciento. ¡Imagínese! Ni siquiera es que estemos estables o mejorando. Ahora estamos en el lugar 123 de 170 países: ha empeorado la situación.

Pero estoy convencida de que esto no va a ser siempre así. ¿Es difícil? Sí, pero ya empiezan a conectarse los CPC ya constituidos en los estados, que son como 14. Esto va a tardar en que se asiente, en que se robustezca, pero ya se está confirmando una especie de conferencia de los comités ciudadanos para intercambiar experiencias. Es un proceso.

En esta lucha sabíamos que no era de la noche a la mañana, hay que seguir adelante.

(Información de La Jornada)

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