La serie se llama El Mecanismo, y sigue el hilo conductor del escándalo de Java Lato, una red de corrupción en Brasil que se inició con una investigación de lavado de dinero en una gasolinera de Brasilia y desembocó en una pesquisa gigantesca que involucró a Petrobras, la empresa estatal petrolera.
El mecanismo de la corrupción es muy simple: una empresa constructora se acerca a los políticos en campaña y les ofrece dinero para que puedan ganar votos. Después se lo pagarán. Y una vez en el cargo, la empresa llega a ofrecer sus servicios con precios inflados, en detrimento del erario público. Las ganancias se dividen entre empresarios y funcionarios, y todos prometen guardar el secreto. Sin embargo, a la larga, el secreto se rompe, y la madeja de la corrupción empieza a desenredarse. Entonces todos -políticos, empresarios, banqueros, contratistas- se señalan unos a otros para salvar su propio pellejo.
La conclusión a la que llega José Padilha -el director de la serie- es escalofriante pero cierta: «la corrupción no es algo que dañe a la política. La corrupción es la política.»