Las familias de México saben perfectamente que cada primer mes del año es necesario subir una montaña. A eso se le llama «la cuesta de enero». Es una cuesta empinada, ya que consiste en pagar los gastos fundamentales de las familias como la renta, los alimentos, la luz, el transporte, las colegiaturas de los niños, el agua y los gastos adicionales. En enero de este año, 7 de cada 10 hogares mexicanos han tenido problemas para cubrir los gastos habituales del hogar (principalmente alimentos, gas y luz, según una encuesta realizada por PQR Planning Quant, que fue realizada por vez primera este año).

La “cuesta de enero” es un fenómeno económico que se da por dos principios: mal manejo de las finanzas personales y el aumento de precio en algunos productos y servicios. Todo esto al iniciar el año, es decir, en el mes de enero, de ahí el nombre que recibe esta crisis.

Dentro del caos provocado por la subida de precios, hay un factor que se puede controlar; el manejo de las finanzas familiares y personales. Si: hay una parte de la cuesta de enero que se puede afrontar. Es cosa de prevenir a la hora de hacer los gastos.