El Estado Islámico está ganando posiciones. Si bien desde principios del presente año se ha asentado en un territorio en expansión en Siria y buena parte de Irak, está librando fuertes batallas para ganar nuevos pueblos y territorios, y hoy se apoderó del edificio gubernamental de la ciudad de Ramadi, la capital de la provincia más grande de Irak.
Simultáneamente, y como para desmentir los rumores de que su líder principal habría sido gravemente herido en uno de los bombardeos ejecutados por Estados Unidos, la organización subió a Internet un nuevo video con una arenga de Abu Bakr al-Baghdadi, su líder máximmo, en el que sostiene que todos los musulmanes tienen que emigrar a la tierra santa del Estado Islámico, o bien tomar las armas en el sitio en el que se encuentren.
«El Islam no es una religión de paz -dice el líder-, sino una religión de lucha. Nadie debe pensar que esto es una guerra del Estado Islámico… Se trata de una guerra de los musulmanes contra los infieles.»
Todo parece un regreso en la historia hacia el califato del siglo VII. Qué pena.