La elección que este domingo se llevará a cabo para elegir a los miembros del Congreso Nacional del PRD, así como a los integrantes del Consejo Nacional , los Consejos Estatales y Municipales, es una buena noticia para la democracia mexicana. Es la primera vez que un partido político del país se somete a elecciones abiertas, considerando a todos sus miembros, para elegir a sus dirigentes.
Y es la primera vez, también, que un partido político recurre al árbitro electoral para que organice sus elecciones. El Instituto Nacional Electoral, que conserva todas las virtudes del antiguo IFE, es la garantía de que las elecciones internas serán un proceso limpio, transparente y con resultados confiables. Como estamos acostumbrados en los comicios federales, ahora los votantes deberán presentar la credencial de elector y la credencial del partido, hay un padrón depurado, los funcionarios de casilla son miembros del PRD que fueron insaculados y capacitados por el INE, los candidatos tendrán representantes en las casillas, se pondrá en marcha un programa de resultados electorales preliminares, los resultados serán públicos desde el domingo en la noche, y serán definitivos el 19 de septiembre.
La novedad de la elección es que los menores de edad podrán votar si tienen 15 años cumplidos y lo demuestran con acta de nacimiento. Se calculan más de 92 mil electores menores de 18 años. Habrá 8,219 casillas en toda la República. Estarán en juego más de 52 mil cargos en el PRD.
Hay también un sistema de impugnaciones. Aunque sabemos que la izquierda es especialista en desacreditar cualquier elección que se presente, los llamados a la tranquilidad y la cordura pueden, ahora, calar más hondo.