El centro de las protestas en Estados Unidos es la policía. Hay una enorme cantidad de videos que demuestran que la policía federal y las policías estatales y locales ven a la población negra como delincuentes en potencia y en acto. Cuando se difundió el video en el que George Floyd yace con la cabeza en el pavimento bajo la rodilla de un policía del estado de Minessota, se encendió una protesta nacional a la que acudieron negros y blancos, hombres y mujeres, jóvenes y adultos.

La llama recorrió todo el país, y el coraje fue visto como un aviso de que algo nuevo e impredecible iba a suceder. El miedo se regó como pólvora por todos los rincones del país más poderoso del mundo. Y al igual que en el movimiento internacional de 1968, el incendio llegó a Europa y muchos otros países.

El causante de la violencia es la policía, y el sistema que no le pone límites para el uso de la fuerza. Los excesos de la policía llegan a mujeres y niños. Uno de los videos que circulan con mayor virulencia es el de el arresto de un hombre negro que a la postre resultó ser un agente del FBI en Estados Unidos. En ese caso la policía local pagará los platos rotos, pero el futuro sigue siendo incierto.

¿Qué sucederá en este caos que amenaza la tranquilidad de todos los ciudadanos?

Uno de los resultados que se avizoran en el futuro es la caída de Donald Trump. A más tardar con las elecciones de noviembre. El tiempo lo dirá.