A Jair Bolsonaro, el presidente de Brasil que se burló del coronavirus diciendo que «era simplemente una gripita» le afectó el virus, y su contagio encendió las señales de alerta porque el mandatario tiene 65 años de edad, y por lo tanto se encuentra entre la población de alto riesgo.
Hasta hace unos meses, Brasil no pintaba en las estadísticas del coronavirus. Ese fue el contexto en el que su presidente hizo sus desafortunadas declaraciones. Pero ahora el país dio una voltereta funesta, y los casos de contagio se han elevado a más de 1.6 millones de pacientes. Aunque los recuperados suman más de un millón de habitantes, las muertes por Covid son ya más de 65,000 ciudadanos.
¿Puede morir el presidente Bolsonario en este trance? Si. Sin duda. Y nadie quiere ese desenlace. Pero el pasaje es un llamado de atención para que los políticos sean un poco más humildes. Un poco, solamente.