Por fin, después de meses de oscuridad en la cura del coronavirus, una pequeña luz al final del túnel se asoma. El laboratorio Moderna, ubicado en Cambridge, Massachusetts, anunció que la primera muestra de vacuna contra el coronavirus aplicada a personas ha resultado segura y capaz de estimular una respuesta de inmunidad contra el virus.
La noticia cayó como un rayo de esperanza no solo en los círculos médicos y científicos del mundo entero, sino también en las alicaídas finanzas de Wall Street, que habían tenido sus peores días a lo largo de la pandemia.
Los hallazgos se dieron a conocer una vez que 8 personas que recibieron un par de dosis de la vacuna experimental crearon anticuerpos que fueron probados en células humanas en un laboratorio, y que fueron capaces de detener la multiplicación del virus. Es el principio de cualquier vacuna, y en este caso el hallazgo fue recibido como el final de una tragedia que ha afectado a la humanidad entera.
Si los experimentos continúan de manera exitosa, a finales del presente año o principios del entrante la humanidad contará con una vacuna para evitar el coronavirus, y la epidemia universal será parte de la historia.