La Secretaría de Educación Publica acaba de difundir que de los 34 mil 413 profesores que hicieron el examen para obtener una plaza de bachillerato, 23 mil 127 se colocaron en la categoría de «no idóneos» para el cargo; es decir, reprobados. Y de los 11 mil 286 que resultaron idóneos, solo 1,492 mostraron un dominio suficiente como para obtener la calificación más alta de desempeño. Este último sector, digamos con nivel de excelencia, representa apenas el 4.3% de todos los aspirantes, mientras que el 67% reprobaron.

Es la primera vez en la historia del país que los profesores se presentan al examen. Todo un triunfo de la reforma educativa.

Al ver estos resultados podríamos, como primera respuesta, ponernos a llorar. Pero hay que ver el lado positivo: es la primera vez que vemos la realidad. La siguiente tarea es hacer que ese 4.3% de maestros de excelencia transfiera al 67% de reprobados lo que deben de hacer para emparejarlos. Suena complicadísimo, pero es posible. Debe ser una aspiración nacional.