En México, donde la Ciencia y la Tecnología se encuentran poco desarrolladas y la corrupción empapa todos los ámbitos, hay un litigio que ha involucrado a una treintena de científicos acusados por malversación de fondos que el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) entregó a una asociación civil denominada el Foro Consultivo, Científico y Tecnológico (FCCyT).

Ayer se informó que tres científicos y académicos del Conacyt libraron en forma definitiva los cargos de delincuencia organizada y lavado de dinero, por las aportaciones de 244 millones de pesos que hizo ese organismo al Foro Consultivo, Científico y Tecnológico (FCCyT).

Es muy penoso, por supuesto, que un grupo de científicos se haya beneficiado ilícitamente de fondos que se requieren para desarrollar un país poco desarrollado como el nuestro. También es penoso que, en caso de ser cierto, el caso haya escalado hasta enfrentar al Presidente de la República con la Universidad Nacional Autónoma de México.

Y es más penoso, por supuesto, que nadie sepa adónde fue a parar ese dinero.