La tribu de los Sioux de Sur Dakota está interesada en la mariguana. Su jefe, Anthony Reider, está organizando una fiesta de fin de año para la tribu donde habrá comida, música, juegos al aire libre y, por primera vez en la historia, un denso humo de mariguana.
Reider sostiene que en la región de la comunidad indígena se abrirá para finales del año un dispendio de mariguana como los que existen en Ámsterdam, donde los clientes pueden consumir hasta 2 gramos de mariguana al día junto con el café matutino. Ese dispendio podría atraer a los consumidores que visitan la reserva, que se encuentra 65 kilómetros al norte de las cascadas Sioux, que son un imán de turistas de todo Estados Unidos.
Los motivos son básicamente económicos, porque la tribu Sioux se encuentra entre los estratos más pobres de la nación. Y también por motivos medicinales, porque dicen que la mariguana es un analgésico barato para los dolores del cáncer.
Aunque Sur Dakota y otros estados no han aprobado la legalización de la mariguana, existe un memorándum del Departamento de Justicia que permite a las reservas indígenas el cultivo de cualquier producto en sus tierras, incluyendo la mariguana. El pasado mes de diciembre 75 tribus diferentes acudieron al estado de Washington para discutir las oportunidades abiertas por la legalización de la yerba.