La Cámara de Diputados aprobó la reforma que otorga a la Secretaría de la Defensa Nacional el control total de la Guardia Nacional. La reforma también deja a la Secretaría de Seguridad sin cuerpo policiaco civil para atender la seguridad pública del país.

La Guardia Nacional opera desde julio de 2019 con la tropa del Ejército y de la Marina al 100 por ciento. La Guardia Nacional tiene más de 140,000 miembros.

La capacitación de los soldados ha sido una preocupación esencial para la población desde hace tiempo. Hay que decir que la mayor parte de los elementos civiles de la Guardia Nacional tiene grados superiores de escolaridad.

De los aproximadamente 21 mil efectivos que pasaron de la Policía Federal a la nueva institución, 17 mil cuentan con bachillerato, técnico superior o licenciatura terminada. Por su parte, de los 61 mil elementos operativos de la Sedena que fueron asignados a la Guardia Nacional, 59 mil cuentan apenas con bachillerato o secundaria terminados. En el caso de la Marina, de los 16 mil 700 efectivos enviados a la Guardia Nacional, unos 14 mil reportan el bachillerato y secundaria concluidos.

Según el presidente, un mayor poder de la Sedena sobre los cuerpos de seguridad evita la corrupción.

Sin embargo, la violencia no se ha detenido en diferentes regiones de la Republica. Entidades como Colima, Michoacán y Baja California, -gobernadas por Morena-, y otras como Guanajuato, Chihuahua y Jalisco -gobernadas por la oposición-, han sufrido una serie de ataques por parte de las organizaciones criminales.

Masacres, balaceras, bloqueos, quema de vehículos, actos vandálicos y hasta ataques a la población pintan el panorama de la seguridad en los últimos meses en esas entidades. Ven 33 elementos de las fuerzas armadas asesinados en el presente sexenio.

Los ajustes en las organizaciones, antes que nada, tienen que ayudar a detener todo eso.