China, la nación donde el coronavirus apareció y se esparció por el mundo, se ha convertido en el país donde el virus ha sido contenido. Es una lección para el mundo, un camino que todos deben seguir.

¿Cuál fue su salida? En primer lugar, fortalecer su relación con la Organización Mundial de la Salud (OMS), y seguir sus indicaciones. El camino es la transparencia, la credibilidad y la cooperación, y no la descalificación y las confrontaciones. Y en esto China ha seguido por el camino inverso al de las autoridades de Estados Unidos, donde el presidente descalificó a la Organización Mundial de la Salud y se burló de las medidas que aconseja. Días después, Donald Trump resultó infectado de coronavirus.

La española María Neira -en la fotografía-, Directora de Salud Pública y de Medicamentos de la OMS, sostuvo que el contagio de Trump fue una ironía del virus, y que el único camino eficaz hasta ahora -en ausencia de una vacuna- son las medidas que han sido probadas para fortalecer la contención del virus: mantener una sana distancia, utilizar cubrebocas, lavarse las manos constantemente, evitar las aglomeraciones y, de preferencia, no salir de casa.