Las muertes por el coronavirus no implican gastos de bala. No son muertes por cañonazos, ni por estallidos de granadas, ni por ataques aéreos o lanzamientos de bombas o granadas. Tienen lugar en los hospitales y en las casas, e implican en su mayoría la insuficiencia respiratoria de los individuos. Provocan alarma, pero el año de 2020 se fue sin que la humanidad pudiera combatirlas frontalmente. Las vacunas contra el coronavirus se empezaron a aplicar en varios países a finales del año.
El año nuevo, con su cargamento de celebraciones y concentraciones de gente adentro y fuera de las casas, llegó con una cifra de 700,941 casos nuevos de infectados en un solo día, y el número de muertes por la pandemia se acerca ya a los 2 millones de personas en todo el mundo. Por casos de contagio, Estados Unidos encabeza la lista del padecimiento con más de 18 millones de enfermos: le sigue la India con más de 10 millones, Brasil con más de 7 y Rusia con cerca de 3.
La buena noticia es que la llegada y aplicación de las vacunas está al borde de inundar a los cinco continentes. 2021 será el año de la derrota mundial de la pandemia.