Guadalajara se ha convertido en una ciudad donde el gobierno federal y el crimen organizado parecen hacer sus apuestas para controlar el Occidente del país y jugar a las vencidas.
En una nota del diario Reforma del día de hoy, se afirma que el Comisario de Guadalajara, Juan Pablo Hernández González (en la fotografía), y el ex Secretario de Seguridad Pública, Daniel Velasco Ramírez, se habrían sentado en la misma mesa con el crimen organizado a negociar; también estaría implicado el jefe del Gabinete estatal, Hugo Luna Vázquez.
En los correos de la Sedena hackeados por Guacamaya figura un documento de enero de 2019 atribuido al Centro Nacional de Inteligencia, en el cual se reporta que Hernández González, siendo director operativo de la Comisaría de Zapopan en el Gobierno de Pablo Lemus, sostuvo un encuentro con un supuesto líder del Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG).
El corolario de esta información es obvio: a los narcotraficantes hay que aprenderlos; no es posible sentarse con ellos para «tomarse un cafecito».
Las autoridades federales tienen que actuar.