En Noruega, esa nación escandinava que es un ejemplo de desarrollo con igualdad social, hay un suceso que ha sacudido las buenas conciencias del pueblo entero, y cuyo desarrollo es muy semejante a las novelas de suspenso. En octubre de 2018, la esposa de uno de los magnates más acaudalados del país desapareció de su domicilio sin motivo alguno, y sobre su cama apareció una nota dejada por los supuestos secuestradores, pidiendo un rescate de 9.5 millones de dólares. Los secuestradores sabían que el empresario y su esposa -llamados Tom y Anne Hagen (aparece en la fotografía) de 70 y 68 años de edad respectivamente- tenían con qué pagarlos, pues su fortuna está valuada en 190 millones de dólares.
La policía inició las pesquisas, ayudó a pagar más de un millón de dólares de rescate en los 18 meses que se ha prolongado el caso, y el marido -Tom- ha sido detenido y liberado posteriormente como el principal sospechoso del asesinato de su esposa.
“Nunca hemos visto algo sí en Noruega”, dijo Leif Lier, un ex jefe de policía de Oslo conocido por recuperar El grito de Edvard Munch después de que la pintura fue robada en 1994. El país se niega a acostumbrarse a estos casos.