En México, la palabra policía está asociada a la inseguridad. Debería ser al revés, pero la propia ciudadanía sabe muy bien que los policías son sujetos que no cumplen con su deber, reciben sobornos y muchas veces están coludidos con las bandas del crimen organizado.
En ese sentido, las estadísticas son reveladoras. En México, se mata a un policía diariamente. De acuerdo con un estudio de la organización Causa en Común, mil 484 policías de los tres niveles de Gobierno han perdido la vida en el ejercicio de sus funciones del 1 de diciembre de 2018 a la fecha.
Según el estudio, durante todo 2019 fueron asesinados al menos 446 policías; Guanajuato encabeza la lista con 73 casos. Durante 2020 fueron asesinados 524 policías, un promedio de 1.42. Nuevamente Guanajuato encabezó las cifras con 84 casos. En 2021 sumaron 401 casos registrados y Guanajuato repitió el primer lugar con 54 de esos homicidios.
Y sólo en lo que va del año, 69 elementos han fallecido a manos de la delincuencia, de acuerdo con datos de la misma organización.
Junto a los crímenes de policías, otra cifra que se multiplica es el número de viudas y huérfanos.
Los crímenes de policías son otro indicador de la falta de un auténtico Estado de Derecho en México.