Entre los múltiples sellos representativos de México, el maíz es una herencia tan sólida como las pirámides regadas por todo el territorio. Dicen los antropólogos que su aparición sobre la Tierra data de milenios, pero generalmente su origen se ubica en la zona de Tehuacán, en el estado de Puebla. Como se sabe, el maíz fue parte importante de la alimentación azteca, y en las galerías de algunos vestigios prehispánicos se observan pinturas, grabados y esculturas que representan a esta planta.
Con el maíz, México colonizó al viejo continente. Desde la presencia de los españoles, el maíz se exportó a Europa, y ahora sus cualidades nutritivas se reconocen en todo el mundo. Se sabe que contiene poca agua y es muy rico en proteínas, lípidos, hidratos de carbono, vitaminas A, B y C, y fibras y sales minerales como el potasio, calcio y fósforo.
Hoy en día el maíz está presente en la dieta del mexicano y en varios productos del mundo. En forma de tamales, cereales, atole, aceite, snacks de botanas, pozole, galletas y palomitas de maíz para ir al cine.
Sin embargo, la forma más común de comer maíz en México es la tortilla. Y su elaboración acaba de ganar un premio. La Asociación Portuguesa de Turismo otorgó el premio al mejor documental a Tortilla Ceremonial, realizado por Roberto Ruiz Esparza Vidal, camarógrafo de la Secretaría de Turismo de Guanajuato.
El documental presenta el valor de la cocina guanajuatense en la figura de una cocinera tradicional del municipio de Comonfort llamada María del Consuelo Venancio Mesita, quien habla de la historia y tradición que ha preservado la tortilla ceremonial como símbolo representativo de la Cultura Otomí en Guanajuato.
Ahora, además del reconocimiento mundial, la cocinera tiene un documental para poder difundir la historia de su producto y sus conocimientos prácticos sobre la tortilla.
(Información de Notimex)