De ganar el puesto, Arora Akanksha (en la fotografía) sería la primera mujer en llegar a ser la Secretaria General de las Naciones Unidas. Pero tiene que subir una cuesta muy empinada para lograrlo. Arora ha trabajado aproximadamente cuatro años como auditora en las Naciones Unidas, y cuenta solo con 34 años de edad. Tiene menos de la mitad de los años que tiene Antonio Guterres, el secretario general de la organización que pretende destituir. Además, Arora no tiene ninguna experiencia en la diplomacia.
Ningún país ha respaldado su insólita candidatura pero, por lo menos, la audacia de Arora ha sacudido a las Naciones Unidas. Las elecciones se realizarán en octubre, y lo más lógico es que Guterres obtenga un segundo período. Pero tendrá que lidiar con una crítica feroz: dice Arora que la organización está anquilosada, que es despilfarradora y que no cumple los encargos para los que fue fundada: lograr la paz entre las naciones bajo los principios de justicia y libertad.
Según uno de los videos de la campaña de Arora en YouTube, solo alrededor de 29 centavos de cada dólar, de los aproximadamente 56.000 millones de dólares en ingresos anuales totales de las Naciones Unidas, se destinan a las causas más importantes. Lo demás es pura pose.