En España, donde el látigo del Coronavirus azotó a la población con toda su fuerza, el regreso a la normalidad se está llevando a cabo a ritmo de goteo. Nadie quiere que por una imprudencia el virus vuelva a hacer estragos entre la población.

Las autoridades sostienen que el regreso a los trabajos sea gradual, y basado en información confiable. El número de muertos al día bajó el pasado lunes a 517, después de habertse reportado un total de 619 muertes el domingo. El total ya rebasa los 17,400 muertos, lo cual coloca a España como el tercer país con más muertos en el mundo, después de Estados Unidos e Italia. «Nuestro deseo es regresar a las callles -dijo Pedro Sánchez, el primer ministro de la nación-, pero nuestra meta es ganar la guerra contra el virus.»

Algunos trabajadores de la construcción y ciertos servicios están regresando a los trabajos con muchas medidas de prevención. En el Metro de Madrid la policía distribuye cubrebocas a todos los usuarios.

La semana santa, una celebración ampliamente practicada en toda España, se redujo a algunas homilías de los sacerdotes puestas en red para que la gente pudiera verlas en sus hogares.

Como en muchos otros lugares del mundo, el vía crucis se quedó sin gente.

Tal parece que las medidas de prevención están funcionando.