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Puerto Rico no importa

El pasado 20 de septiembre, un día después del terremoto que sacudió a México, el huracán María llegó con su fuerza demoledora sobre Puerto Rico, dejando miles de viviendas inundadas y cobrando la vida de 16 personas. Las autoridades dicen que es la peor tormenta que ha sufrido la isla en los últimos 80 años.

Las consecuencias de María han sumido a la población en un estado de emergencia que urge resolveer de manera inmediata. Un millón y medio de sus habitantes, que representan aproximadamente el 44% de la población total, no tienen agua potable. El 97% de las viviendas y los edificios de la isla no tienen energía eléctrica. La población vive prácticamente en la oscuridad total. Se calcula que las pérdidas económicas pueden llegar a ser de 80 mil millones de dólares, una suma mucho mayor que las que ocasionaron los huracanes Irma y Harvey juntos. Los daños sanitarios son muy graves, ya que solo 11 de 69 hospitales de la isla cuentan con energía eléctrica.

Siendo un estado asociado de la Unión Americana, la ayuda recibida hasta la fecha ha sido menos de la cuarta parte de la ayuda que recibió Puerto Rico con el huracán Irma. La Casa Blanca prohibió a la isla recibir ayuda de barcos extranjeros, y esa medida profundizó el enojo de una población que tiene que hacer malabares para cocinar sus alimentos sin agua y sin energía eléctica. Por eso, la alcaldesa de San Juan, la capital del estado, dijo públicamente que «las autoridades federales están matando a la población con su burocratismo ineficiente». Fue una declaración insólita en el marco del federalismo de Estados Unidos.

Fiel a su estilo, Donald Trump respondió de inmediato. «La alcaldesa tiene un pobre liderazgo -publicó en su herramienta favorita (twitter)-, y quiere recibir todo hecho, en lugar de impulsar un trabajo comunitario.»

En Puerto Rico, la respuesta de Trump fue recibida como una ofensa. No fue esa la respuesta que recibieron Houston o La Florida después del paso de los huracanes recientes. De ahí el enojo. Para la Casa Blanca, esa isla alejada en el Mar Caribe no es una prioridad.

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