Después del desfalco multimillonario de cuatro estados -Veracruz, Sonora, Chihuahua y Quintana Roo-, la Procuraduría General de la República anunció la devolución de 421 millones de pesos a Veracruz, y el titular de la dependencia, Raúl Cervantes Andrade, informó que las investigaciones que realizan con la Secretaría de Hacienda y Crédito Público no se detienen, y el monto que se prevé recuperar podría llegar a los 700 millones de pesos.
El procurador señaló que “las empresas que invertían en ese tipo de acciones no sabían que eran recursos ilícitos; la primera entrega del dinero ya se hizo por el monto de 250 millones, y el resto se dará a lo largo del 2017. Si todavía estuviera en función la (ley orgánica pasada), el regreso de los fondos no hubiera sido posible: tardaría años”.
Dijo también que “existen redes o series de actos que nos llevaron a empresas fantasmas, después, algunos inversionistas (respetuosos de la ley) compraban acciones de origen ilícito, (que a la sazón) eran los desvíos de antiguo gobernador Javier Duarte de Ochoa: las adjudicaciones llegaban a personas físicas o morales, como último destino: en simples palabras, se siguió el rastro del dinero”.
Eso parece una buena noticia. Sin embargo, considerando los montos de los desfalcos, se trata de una recuperación de dinero a cuentagotas. Hace días apareció en la prensa que el faltante conjunto de los estados de Sonora, Veracruz, Chihuahua y Quintana Roo ascendían a 97 mil millones de pesos. Es decir, los 700 millones recuperados representan el 0.72%, menos del uno por ciento.
Y en segundo lugar, lo más grave, es que la cifra de 97 mil millones de pesos que se esfumaron es muy superior al presupuesto de PROSPERA para el presente año, que asciende a 82 mil millones de pesos.
PROSPERA atiende a 6.1 millones de mexicanos.
El desfalco de cuatro estados fue culpa -o simple robo- de 4 gobernadores.
Escandaloso.