Lo que envían los mexicanos que están en el extranjero a sus familiares en el interior supera a las exportaciones de petróleo. Están muy cerca de alcanzar los 50 mil millones de dólares, y constituyen el principal alivio para una economía que está lejos de descansar en su propia producción de bienes y servicios.

En términos precisos, los ingresos por remesas al País alcanzaron los 4 mil 788.8 millones de dólares en noviembre del año pasado, la cifra más alta para un mes en el registro histórico de datos del Banco de México. El crecimiento respecto al mes previo fue de 1.55 por ciento, mientras que el avance respecto a noviembre de 2020 llegó a 35.15 por ciento.

Durante el lapso enero-noviembre del año pasado las remesas acumuladas ascendieron a 46 mil 810.15 millones de dólares, con lo que se observa una clara tendencia hacia la superación de los 50 mil millones de dólares en 2021, con cifras ajustadas y originales.

Esta expectativa está apoyada en el hecho de que en los últimos 12 meses (diciembre de 2020-noviembre de 2021) el ingreso de remesas familiares sumó 50 mil 354.7 millones de dólares.

Esto significa que si en diciembre de 2021 se apuntan remesas por 3 mil 200 millones, ya se habrán superado los 50 mil millones de dólares.

Cabe apuntar que durante los primeros 11 meses de 2021 el monto promedio mensual del ingreso de remesas fue de 4 mil 255.5 millones, con cifras ajustadas por estacionalidad.

Mientras tanto, las cifras originales del Banxico dan cuenta de un ingreso de remesas por 4 mil 665 millones de dólares en el undécimo mes del año pasado, para acumular 46 mil 834 millones de dólares en el periodo enero-noviembre de 2021.

En el fondo, las remesas nos hablan de un proceso cada vez mayor de integración entre las economías de los dos países. México vive, en buena parte, de lo que los mexicanos ganan en Estados Unidos.