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Slim en la pantalla

A Carlos Slim le gusta la televisión. También le gusta aplastar a sus competidores de la televisión mexicana. Por eso, en la víspera de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, tuvo la visión de comprar todos los derechos televisivos del evento, para después revenderlos a todas las cadenas del mundo. Menos Televisa. Y menos TV Azteca. Los únicos que pudieron trasmitir las olimpíadas en México fueron el Canal 11 y el 22, que son culturales y no están peleados con Slim.

Ahora Publicidad y Contenido Editorial, una subsidiaria de América Móvil -la firma de Slim-, prepara el lanzamiento de un canal de televisión en Estados Unidos dirigido a todos los mexicanos que radican en ese país, y también a los cubanos, salvadoreños, hondureños, españoles y toda la comunidad hispanoparlante. Es un mercado de aproximadamente 50 millones de personas.

El canal de TV de Carlos Slim en Estados Unidos se llamará «Nuestra Visión», y proyectará películas, noticias, series y deportes. Su competencia serán Telemundo y Univisión, ya bien posicionados. Para enfrentarlos, el canal de Slim cuenta ya con un acervo de 2 mil películas mexicanas.

Detrás de esta iniciativa se esconde el fantasma de la globalización y la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca. Porque si Trump está realmente contra todo el fenómeno de la globalización, tiene que oponerse no solamente a la salida de los capitales de Estados Unidos hacia México, China y otros países, sino también deberá rechazar toda intervención del capital extranjero -mexicano, en este caso-, en su propio país. Y si es tan nacionalista y xenófobo como lo demuestran sus gritos y balbuceos, deberá estar también en contra de cualquier idioma que se hable en la tierra del Tío Sam que no sea el inglés. En ese sentido, el canal televisivo de Carlos Slim es una especie de caballo de Troya, y un desafío velado a las políticas del nuevo huésped de la Casa Blanca. Porque «Nuestra visión» será ante todo una visión mexicana en suelo al norte del Río Bravo, su idioma será exclusivamente el español, y su lema es a cual más de provocador. El canal nacerá, según sus promotores: «Mostrando y celebrando el patrimonio mexicano». ¡Mole!

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