De todas las especies animales que se encuentran en riesgo, los osos polares son las que más sufren por los efectos del cambio climático. Con los deshielos producidos por el calentamiento de la Tierra, los osos polares se están quedando sin plataformas para atrapar a los animales que son las principales fuentes de alimento para sus críos.
Sin embargo, un grupo de científicos identificó una subpoblación diferente de osos polares en el sureste de Groenlandia, que sobreviven cazando desde el hielo que se desprende de los glaciares, en una zona con poco hielo marino.
El descubrimiento parece mostrar cómo un número reducido de osos podría sobrevivir a medida que el calentamiento continúa y desaparece el hielo marino del que dependen. A pesar de ello, los investigadores y otros expertos en el ámbito polar advirtieron que siguen existiendo graves riesgos para la población total de osos polares en el Ártico, y que solo disminuirán si se reducen las emisiones de gases de efecto invernadero para frenar el calentamiento global.
En total, se calcula que hay unos 26.000 osos polares en el Ártico, en 19 subpoblaciones designadas de manera oficial. Los animales viven en el hielo marino estacional donde cazan a las focas, su presa principal, mientras éstas se asolean en el hielo o salen a respirar por los agujeros que cavan en el hielo. Sin embargo, el rápido calentamiento del Ártico, producto de las emisiones de gases de efecto invernadero provocadas por los humanos, redujo la extensión y la duración de la capa de hielo marino.
Los expertos en osos polares aseguran que, si el planeta sigue calentándose, los osos polares podrían quedar casi extintos a finales del siglo.