Mientras en México la bandera de Ayotzinapa se levanta como un símbolo de la furia del pueblo, en Estados Unidos la protesta contra el racismo y la brutalidad de la policía han desbordado las fronteras de Ferguson y ha inundado las principales ciudades del país.
Y en medio de la protesta hay un elemento nuevo e interesante: resulta que Howard Schultz, el dueño y capitán de la firma Starbucks, ha escrito una misiva a sus socios donde los conmina a tomar cartas en el asunto político más importante de la nación. Y para ello, abrió un foro en el Starbucks de la ciudad de Seattle, donde anima a todos los empleados de la popular cafetería a expresarse libremente en torno al racismo y la violencia de la policía. «Creo que cualquier negocio, sin importar su giro, está luchando contra la nube de falta de fe y desconfianza que ha caido sobre los consumidores», dijo en una carta abierta al público, y enfatizó la responsabilidad compartida que tienen que tener las empresas en el destino del país.
Es como si en México Telmex se pronunciara por resolver el caso de Ayotzinapa, y exortara a sus colegas empresarios a luchar contra la inseguridad.