El espacio de nuestras ciudades afecta profundamente nuestra sicología. A esa sencilla conclusión se llegó en la pasada Conferencia de Ciudades Conscientes de Londres, donde confluyeron arquitectos, diseñadores, neurólogos y diferentes exploradores de la mente humana, que afirman que la arquitectura de nuestras ciudades tiene distintos efectos sobre el hipotálamo