El ataque cibernético mundialmente conocido como WannaCry (Quiere llorar) ha cobrado nuevas víctimas. Además de los hospitales ingleses, el Ministerio del Interior de Rusia, las firmas automotrices establecidas en Francia, las universidades chinas, la telefonía española y los ferrocarriles de Japón, el virus que secuestra información se ha metido a