Desde hace un par de años, los usuarios de la Ciudad de México ya pueden recorrer varios trayectos en taxis eléctricos. La empresa Tesla inició sus operaciones con 100 unidades en las alcaldías de Miguel Hidalgo, Cuauhtémoc y Cuajimalpa.
Al subirse al automóvil, los pasajeros se dan cuenta de inmediato de que no se trata de un taxi común y corriente: tiene una aceleración silenciosa, un techo de cristal y una vibración a prueba de baches. En los recorridos, los pasajeros sienten que van en una carretera.
Existen más de 700 taxis eléctricos en todo el país. Para los usuarios, los viajes son como si fueran entre las nubes, con costos de transporte -generalmente- no muy diferentes a los normales. Y para los choferes, en algunas empresas no les cobran la inscripción al sistema.
Estos taxis, como es de suponerse, no emiten gases de efecto invernadero. El planeta se los agradece.