En materia de violencia e inseguridad en México y en la Ciudad de México no se puede decir que existan tendencias definidas. Los números se mueven, pero la situación sigue siendo la misma.

Los homicidios dolosos en México bajaron en un 9,1 % en el primer semestre de 2022, contabilizando un total de 15.400, comparados con las 16.948 víctimas del mismo periodo de 2021, según informó ayer el gobierno.

El número de feminicidios en la Ciudad de México se incrementó 9.3 por ciento de enero a noviembre respecto al mismo periodo del año pasado, al pasar de 64 registrados en 2021 a 70 en este año.

De acuerdo con el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional para la Seguridad Pública (SESNSP), la cifra iba a la baja hasta octubre pasado; sin embargo, noviembre ha sido el mes en el que se han registrado más casos este delito, con un total de 11; le siguen junio y julio, con ocho cada uno.

El número de homicidios tuvo un descenso de 6.8 por ciento a diferencia de 2021, al pasar de mil 415 a mil 318, y el de lesiones incrementó 18.39, pues en 2022 se registraron 9 mil 700 casos y el año pasado 8 mil 193.

La cantidad de denuncias por secuestro tuvo una baja de 46% en el mismo periodo -al pasar de 45 a 24 casos-, y la extorsión disminuyó en un 30%, al pasar de 493 casos a 345.

Por otro lado, el robo a transporte público colectivo se incrementó en un 12.4 por ciento, al aumentar de 3,447 a 3,875.

No hay nada que aplaudir. Y mientras sigan existiendo estos índices de violencia e inseguridad, el sistema en su conjunto sigue siendo condenable.