Como es bien sabido, el 6 de enero se ha convertido en una fecha negra para los Estados Unidos. Ese día no llegaron los Reyes Magos -que es el acontecimiento que se celebra en México-, sino que una turba enardecida tomó por asalto el Capitolio, destruyendo todo lo que se encontraba a su paso.

¿Qué sucedió? Todas las aristas del asunto están por verse, aunque en esencia se trató de un escenario golpista, en el que el expresidente Donald Trump azuzó a sus seguidores para que invalidaran por medio de la violencia la elección presidencial en la que ganó Joe Biden. Algo inusitado en los anales de la nación que se pone muchas veces como ejemplo de la democracia.

Pero el tema no se ha cerrado. Hace unas horas, el presidente Biden ordenó a los Archivos Nacionales que entreguen todos los registros de los visitantes del expresidente Trump a la Casa Blanca, en un esfuerzo por conocer las causas y los pormenores del ataque al Capitolio. Con ello, rechaza el argumento de su predecesor que decía que el material estaba protegido por privilegio ejecutivo.

Los archivos serán entregados al Comité de la Cámara de Representantes que investiga el Ataque al Capitolio el próximo 3 de marzo.

Con ello, muchos se frotan las manos. Otros, con sudor en las manos, buscan refugio para esconderse.