¿Alguien ha oído hablar de la República Centroafricana? Muy pocos. La República Centroafricana, o simplemente Centroáfrica, es un país sin salida al mar ubicado en África Central. Limita con Chad al norte, Sudán al noreste, Sudán del Sur al este, la República Democrática del Congo y la República del Congo al sur y Camerún al oeste. Todos sus vecinos cercanos son países sumamente pobres.
La República Centroafricana tiene un territorio parecido en extensión al de Francia, y Francia se ha encargado de establecer sus fronteras desde el siglo XIX. Se trata de un país que carga con todos los vicios del colonialismo.
En esa nación olvidada, la pobreza y las guerras son las reinas. Su historia reciente es una sucesión de sublevaciones y golpes de Estado contra los gobiernos recién constituidos.
La población de la República Centroafricana necesita ayuda urgentemente: más de dos millones de personas tienen dificultades para encontrar alimentos suficientes para comer; el 65% de la población carece de acceso a agua apta para el consumo, y más de 800.000 personas se han visto obligadas a abandonar sus hogares.
La primera guerra civil centroafricana estalló en 2004 y, a pesar de un tratado de paz en 2007 y otro en 2011, una segunda guerra civil comenzó en 2012.
La esperanza de vida de sus habitantes es de apenas 50 años de vida, la tasa de analfabetismo es del 49 %, y se calcula que el 13,5 % de la población está infectada por el virus de VIH.
Se trata de un país olvidado, que representa una vergüenza para la humanidad entera.