Ella es la Doctora Magdalena Madero, encargada de nefrología en el Instituto Nacional de Cardiología, quien dice que en la Ciudad de México estamos en una situación de guerra. El hospital está saturado, los médicos y las enfermeras laboran ocho horas continuas sin parar, Tienen 51 pacientes con coronavirus, con 32 pacientes graves en terapia intensiva, y ya no hay capacidad para más. No les han llegado ventiladores, y los equipos son muy deficientes. Según la Doctora, están a punto de instalar un sistema de semáforos para señalar a quién se le dará el apoyo para que sobreviva, y a quién ya no podrá dársele.
El índice de mortandad de los pacientes graves es del 60%, y esa es una cifra que alarma a médicos y enfermeras, que están poniendo el alma entera para salvar a todos los pacientes. Todos laboran con equipos de protección personal que han comprado con sus propios recursos, y lo mismo sucede en la mayoría de los hospitales de los estados de la federación. Y para terminar de definir un panorama de lo más sombrío, dice que México está realizando un nivel muy bajo de pruebas del coronavirus, apenas 635 por cada millón de habitantes. En Estados Unidos se hacen 18 mil pruebas por cada millón de habitantes. Pero ni así han logrado frenar el azote del virus.
La Doctora termina su plática diciendo que no hay una labor más agotadora y desgastante que la guardia de terapia intensiva, y que jamás pensó en vivir algo semejante.
Es un punto de vista de alguien que vive en el frente de batalla.